Accesibilidad y usabilidad. “Cuando la tecnología es una carrera de obstáculos”.

En primer lugar queremos empezar diferenciando entre lo que es accesibilidad y usabilidad.
El primer concepto hace referencia al grado en el que todas las personas pueden utilizar un objeto, visitar un lugar o acceder a un servicio, independientemente de sus capacidades técnicas o físicas. Si lo trasladamos al mundo de la informática la accesibilidad incluye ayudas como las tipografías de alto contraste o gran tamaño, magnificadores de pantalla, lectores y revisores de pantalla, programas de reconocimiento de voz, teclados adaptados, y otros dispositivos apuntadores y de entrada de información. La accesibilidad aplicada al contenido de Internet se denomina accesibilidad web.

El segundo concepto se define coloquialmente como facilidad de uso, ya sea de una página web, una aplicación informática o cualquier otro sistema que interactué con un usuario.

Es muy importante aclarar estos dos conceptos pues están estrechamente ligados. Todos somos usuarios pero a veces no tenemos accesibilidad y viceversa podemos tener accesibilidad pero no llegar a ser usuarios.

Parece algo lioso pero en el artículo se reflejan claros ejemplos. En teoría todos somos usuarios de estas nuevas tecnologías, pero si nos ponemos en el caso de personas con alguna deficiencia la cosa varía y ya no es tan accesible. En caso de las personas que tienen problemas de visión tienen problemas para acceder a contenidos de páginas web o utilización de programas porque tienen la letra muy pequeña. Si por ejemplo quiere usar Gmail y aplica el lector de pantalla para ciegos no se ve absolutamente nada. Muchas veces el problema de accesibilidad se encuentra en el diseño, las empresas no se preocupan de las necesidades de sus clientes, primero lo realizan a su gusto y posteriormente ya tendremos en cuenta a ese porcentaje que no le resulta fácil acceder. Consideramos que es menos laborioso hacer una tecnología accesible para todos desde un principio, que una vez hecha hacerla modificaciones.

En cuanto a la otra parte a lo mejor no tenemos ningún problema para poder acceder a esta tecnología pero si lo tenemos en el uso. Un ejemplo muy simple, pongamos que nosotros queremos comprar una entrada para un espectáculo y por mucho que miramos la página no encontramos por ningún lado algo parecido a "taquilla" o "venta de entradas" y todo porque a la empresa le ha gustado pongamos la palabra "tikiweb".

Aunque este ejemplo sea muy sencillo, nos encontramos con muchas personas que apenas acceden a este nuevo mundo virtual, porque no entienden el lenguaje con el que se les habla, se les conoce como analfabetos digitales. Nosotros creemos que se debe utilizar un lenguaje más sencillo.

También es cierto lo que se describe en el artículo acerca de la brecha cultural. Las nuevas generaciones nacen y crecen rodeados de esta tecnología, mientras los más mayores van por detrás intentando engancharse.

Teniendo en cuenta esto último y uniéndolo q lo que estamos comentando de accesibilidad y usabilidad,corremos el peligro de lo que se denomina Brecha digital.

La Brecha Digital se basa en diferencias previas al acceso a las tecnologías. Este término también hace referencia a las diferencias que hay entre grupos según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a los distintos niveles de alfabetización y capacidad tecnológica. También se utiliza en ocasiones para señalar las diferencias entre aquellos grupos que tienen acceso a contenidos digitales de calidad y aquellos que no. El término opuesto que se emplea con más frecuencia es el de inclusión digital.

No obstante no queremos ser tan pesimistas, debemos recodar que la evolución de las TIC ha sido un auténtico boom, que estamos en un período de adaptación y progreso. Todo cambio tiene su lado positivo y aquello que no lo es tanto tendremos que ir l mejorándolo, para que las TIC sean accesibles y útiles para todos nosotros.