En una entrada anterior del blog hemos hablado de lo que era el código deontológico. Pues bien en publicidad equivaldría a la autorregulación. Por qué es necesaria la existencia de la autorregulación. Tal y como muestra el artículo, sino existiera se produciría un gran conflicto entre la empresa, el consumidor y el creativo. La empresa quiere vender su producto a toda costa, mientras el consumidor exige que no se le engañe, que el producto que se le vende a través de la publicidad sea tal y como aparece, y el creativo, quiere que se respete su trabajo su libertad creativa.
Para que este conflicto no se produzca en 1998 se elaboró la Ley de Publicidad(http://www.elpublicista.net/adjuntos/fichero_446_20060224.pdf?PHPSESSID=cb5b9522b872778f62c5ffed5bde6cdf ) y aparecen una serie de Códigos de Autorregulación y Autocontrol de la Publicidad ( http://www.autocontrol.es/data/paginas/cod.htm).
A pesar de ello, cada año son muchos los anuncios que son desestimados y otros tantos que están en algún tramite judicial. A las empresas no les resulta beneficioso gastare una gran cantidad de dinero en un anuncio, que luego puede ser retirado, por ello piden a sus publicistas que agudicen el ingenio, lo que en ocasiones puede llevar a la publicidad "pícara", engañosa". Todos podemos ver en nuestras pantallas anuncios de compañías de teléfono o de coches, en los que debajo de la pantalla pasan muy rápidamente una parrafada de frases en letra pequeña, bueno en letra diminuta, que digamos casi ningún ser humano es capaz de leerla.
A veces, también la publicidad trata de engañarnos y nos pone como cebos a personajes famosos con los que las personas se pueden identificar, si este producto lo anuncia Fulanito de tal será que es bueno. Por eso es importante ser críticos nosotros mismos con la publicidad.
En relación con esto último de ser críticos y haciendo referencia al artículo, estamos de acuerdo en que a veces es un poco desmedida la actitud de las Administraciones con los anuncios.
Nos viene ahora a la memoria, la polémica que surgió con el anuncio de la selección española de baloncesto. Se trata de una imagen para una conocida marca de mensajería española que se tomó durante la fase de preparación de las Olimpiadas de Pekín 2008, en la que los jugadores del combinado español se rasgan los ojos. Bueno pues se les acuso de racistas.
Con este ejemplo queremos hacer entender que es necesario que haya una autorregulación en el tema de la Publicidad, pero sin llevarla hasta los últimos límites.
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